BUENOS AIRES.- El Tribunal Oral Criminal Nº 1 (TOC 1) de Morón rechazó dos pedidos de detención contra el sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual, aunque le prohibió el ingreso a la Fundación Felices los Niños.

Así lo resolvieron los jueces Luis Andueza, Jorge Carrera y Mario Gómez, del TOC1. Los magistrados desestimaron los pedidos del fiscal que actuó durante el juicio, Alejandro Varela, y de Sergio Piris, representante de "Gabriel", el chico por el cual Grassi recibió una condena a 15 años de cárcel, que fue ratificada días atrás por la Cámara de Casación Bonaerense.

El martes pasado, la Sala II de Casación ratificó la condena contra Grassi a 15 años de prisión por el delito de "abuso sexual agravado y corrupción de menores agravada por su condición de sacerdote".

No obstante, el Tribunal no ordenó la detención inmediata como se preveía al darse esta resolución por considerar que ello escapaba de su competencia y que le correspondía hacerlo al Tribunal que realizó el juicio.

Tanto el abogado de "Gabriel" como el fiscal Varela pidieron la detención a fines de la semana pasada al Tribunal, que hoy terminó por desestimarlos.

El de "Gabriel", quien tenía 13 años cuando ocurrieron los hechos, fue el único caso por el que Grassi resultó condenado, puesto que el Tribunal lo absolvió por los casos de "Luis" y "Ezequiel".

Mientras tanto, las otras dos querellas que actuaron en la causa aún evalúan presentar un recurso ante la Suprema Corte de provincia de Buenos Aires, aunque todos coincidieron en que demoraría varias meses en definirse.

Al probar el abuso contra "Gabriel", el TOC1 de Morón señaló que ocurrió en "la mañana de un día sábado o domingo de la última quincena del mes de noviembre de 1996" y otra el 7 de diciembre de ese mismo año.

Al conocer la decisión, Ricardo Malvecini, abogado de Grassi, dijo que pedirán la absolución del sacerdote.

Cuando se lo consultó sobre la prohibición de ingreso de Grassi a la Fundación Felices los Niños, que esta vez el TOC N 1 dejó expresamente indicada en la resolución del viernes, Malvecini dijo que "esa restricción ya se la autoimpuso Grassi".

"Cuando en mayo de 2009 manifestó ante el tribunal que no entraría más al hogar (de Hurlingham) hasta que se aclarara su situación procesal, él mismo se autoimpuso la prohibición", reiteró Malvecini.

El abogado aseguró que Grassi no vive frente a la Fundación Felices los Niños y que sólo va a esa quinta, que esta enfrente del hogar, a trabajar. (Télam-NA)